El Gaucho Martín Fierro, de José Hernández

Martín Fierro

IV

Seguiré esta relacion

Aunque pa chorizo es largo:

El que pueda hágase cargo

Como andaria de matrero

Despues de salvar el cuero

De aquel trance tan amargo.

Del sueldo nada les cuento

Porque andaba disparando,

Nosotros de cuando en cuando

Solíamos ladrar de pobres-

Nunca llegaban los cobres

Que se estaban aguardando.

Y andábamos de mugrientos

Que el mirarnos daba horror;

Les juro que era un dolor

Ver esos hombres, por Cristo!

En mi perra vida he visto

Una miseria mayor.

Yo no tenia ni camisa

Ni cosa que se parezca;

Mis trapos solo pa yesca

Me podian servir al fin...

No hay plaga como un fortin

Para que el hombre padezca.

Poncho, gergas, el apero,

Las prenditas, los botones,

Todo, amigo, en los cantones

Jué quedando poco á poco:

Ya nos tenian medio loco

La pobreza y los ratones.

Solo una manta peluda

Era cuanto me quedaba-

La habia agenciao á la taba

Y ella me tapaba el bulto-

Yaguané que allí ganaba

No salia... ni con indulto.

Y pa mejor hasta el moro

Se me jué de entre las manos-

No soy lerdo... pero hermano,

Vino el comendante un día

Diciendo que lo queria

"Pa enseñarle á comer grano."

Afigúrese cualquiera

La suerte de este su amigo,

A pié y mostrando el umbligo,

Estropiao, pobre y desnudo,

Ni por castigo se pudo

Hacerse mas mal conmigo.

Ansí pasaron los meses,

Y vino el año siguiente,

Y las cosas igualmente

Siguieron del mesmo modo-

Adrede parece todo

Para aburrir á la gente.

No teníamos mas permiso,

Ni otro alivio la gauchada,

Que salir de madrugada

Cuando no habia Indio ninguno,

Campo ajuera á hacer boliadas

Desocando los reyunos.

Y cáibamos al canton

Con los fletes aplastaos-

Pero á veces medio aviaos

Con pluma y algunos cueros-

Que ay no mas con el pulpero

Los teníamos negociaos.

Era un amigo del Gefe

Que con un boliche estaba,

Yerba y tabaco nos daba

Por la pluma de avestruz,

Y hasta le hacia ver la luz

Al que un cuero le llevaba.

Solo tenia cuatro frascos

Y unas barricas vacías,

Y á la gente le vendia

Todo cuanto precisaba...

A veces creiba que estaba

Allí la proveduria.

Ah! pulpero habilidoso

Nada le solía faltar-

Hay juna -y para tragar

tenia un buche de ñandú,

La gente le dió en llamar

"el boliche de virtú."

Aunque es justo que quien vende

Algun poquitito muerda,

Tiraba tanto la cuerda

Que con sus cuatro limetas,

El cargaba las carretas

de plumas, cueros y cerda.

Nos tenia apuntaos á todos

Con mas cuentas que un rosario

Cuando se anunció un salario

Que iban á dar, ó un socorro-

Pero sabe Dios que zorro

Se lo comió al Comisario.

Pues nunca lo ví llegar

Y al cabo de muchos dias-

En la mesma pulperia

Dieron una buena cuenta-

Que la gente muy contenta

De tan pobre recebia.

Sacaron unos sus prendas

Que las tenian empeñadas,

Por sus diudas atrasadas

Dieron otros el dinero,

Al fin de fiesta el pulpero

Se quedó con la mascada.

Yo me arrescosté á un orcon

Dando tiempo á que pagaran,

Y poniendo güena cara

Estuve haciéndome el poyo,

A esperar que me llamáran

Para recebir mi boyo.

Pero ay me pude quedar

Pegao pa siempre al orcon-

Ya era casi la oracion

Y ninguno me llamaba-

La cosa se me ñublaba

Y me dentró comezon.

Pa sacarme el entripao

Ví al Mayor, y lo fí á hablar-

Yo me lo empezé á atracar

Y como con poca gana

Le dije: "tal vez mañana

"Acabarán de pagar."

"Qué mañana ni otro dia"

Al punto me contestó,

"La paga ya se acabó,

"Siempre has de ser animal"-

Me rai -y le dije: "Yo...

"No he recebido ni un rial."

Se le pusieron los ojos

Que se le querian salir,

Y ay no mas volvió á decir

Comiéndome con la vista:

"Y qué querés recebir

"Si no has dentrao en la lista."

"Esto sí que es amolar",

Dije yo pa mis adentros,-

"Ván dos años que me encuentro

"Y hasta aura he visto ni un grullo,

"Dentro en todos los barullos

"Pero en las listas no dentro."

Vide el plaito mal parao

Y no quise aguardar mas...

Es güeno vivir en paz

Con quien nos ha de mandar-

Y reculando pa trás

Me le empezé á retirar.

Supo todo el Comendante

Y me llamó al otro dia,

Diciéndome que queria

Aviriguar bien las cosas-

Que no era el tiempo de Rosas,

Que aura á naides se debia.

Llamó al cabo y al sargento

Y empezó la indagacion,

Si habia venido al canton

En tal tiempo ó en tal otro...

Y si habia venido en potro

En reyuno ó redomon.

Y todo era alborotar

Al ñudo, y hacer papel,

Conocí que era pastel

Pa engordar con mi guayaca,

Mas si voy al Coronel

Me hacen bramar en la estaca.

Ah! hijos de una... la codicia

Ojala les ruempa el saco;

Ni un pedazo de tabaco

Le dán al pobre soldao,

Y lo tienen de delgao

mas lijero que un guanaco.

Pero qué iba á hacerles yo,

Charavón en el desierto;

Mas bien me daba por muerto

Pa no verme mas fundido-

Y me les hacia el dormido

Aunque soy medio dispierto.