La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca

Jornada segunda

Escena III

SEGISMUNDO

¡Válgame el cielo, qué veo!

¡Válgame el cielo, qué miro!

Con poco espanto lo admiro,

con mucha duda lo creo.

¿Yo en palacios suntuosos?

¿Yo entre telas y brocados?

¿Yo cercado de criados

tan lucidos y briosos?

¿Yo despertar de dormir

en lecho tan excelente?

¿Yo en medio de tanta gente

que me sirva de vestir?

Decir que sueño es engaño;

bien sé que despierto estoy.

¿Yo Segismundo no soy?

Dadme, cielos, desengaño.

Decidme: ¿qué pudo ser

esto que a mi fantasía

sucedió mientras dormía,

que aquí me he llegado a ver?

Pero sea lo que fuere,

¿quién me mete en discurrir?

Dejarme quiero servir,

y venga lo que viniere.

[CRIADO] 2.º

¡Qué melancólico está!

[CRIADO] 1.º

Pues ¿a quién le sucediera

esto, que no lo estuviera?

CLARÍN

A mí.

[CRIADO] 2.º

Llega a hablarle ya.

[CRIADO] 1.º

¿Volverán a cantar?

SEGISMUNDO

No,

no quiero que canten más.

[CRIADO] 2.º

Como tan suspenso estás,

quise divertirte.

SEGISMUNDO

Yo

no tengo de divertir

con sus voces mis pesares;

las músicas militares

sólo he gustado de oír.

CLOTALDO

Vuestra Alteza, gran señor

me dé su mano a besar;

que el primero le ha de dar

esta obediencia mi honor.

SEGISMUNDO (Aparte.)

Clotaldo es; pues ¿cómo así

quien en prisión me maltrata

con tal respeto me trata?

¿Qué es lo que pasa por mí?

CLOTALDO

Con la grande confusión

que el nuevo estado te da,

mil dudas padecerá

el discurso y la razón.

Pero ya librarte quiero

de todas, si puede ser,

porque has, señor, de saber

que eres príncipe heredero

de Polonia. Si has estado

retirado y escondido,

por obedecer ha sido

a la inclemencia del hado,

que mil tragedias consiente

a este imperio, cuando en él

el soberano laurel

corone tu augusta frente.

Mas fiando a tu atención

que vencerás las estrellas,

porque es posible vencellas

a un magnánimo varón,

a palacio te han traído

de la torre en que vivías,

mientras al sueño tenías

el espíritu rendido.

Tu padre, el Rey mi señor,

vendrá a verte, y dél sabrás,

Segismundo, lo demás.

SEGISMUNDO

Pues vil, infame y traidor,

¿qué tengo más que saber,

después de saber quién soy,

para mostrar desde hoy

mi soberbia y mi poder?

¿Cómo a tu patria le has hecho

tal traición, que me ocultaste

a mí, pues que me negaste,

contra razón y derecho,

este estado?

CLOTALDO

¡Ay de mí triste!

SEGISMUNDO

Traidor fuiste con la ley,

lisonjero con el Rey,

y crüel conmigo fuiste;

y así el Rey, la ley y yo,

entre desdichas tan fieras,

te condenan a que mueras

a mis manos.

[CRIADO] 2.º

Señor...

SEGISMUNDO

No

me estorbe nadie, que es vana

diligencia; y ¡vive Dios!

si os ponéis delante vos,

que os eche por la ventana.

[CRIADO] 1.º

Huye, Clotaldo.

CLOTALDO

¡Ay de ti,

que soberbia vas mostrando,

sin saber que estás soñando! (Vase.)

[CRIADO] 2.º

Advierte...

SEGISMUNDO

Apartad de aquí.

[CRIADO] 2.º

... que a su Rey obedeció.

SEGISMUNDO

En lo que no es justa ley

no ha de obedecer al Rey;

y tu príncipe era yo.

[CRIADO] 2.º

Él no debió examinar

si era bien hecho o mal hecho.

SEGISMUNDO

Que estáis mal co[n] vos, sospecho,

pues me dais que replicar.

CLARÍN

Dice el Príncipe muy bien,

y vos hicistes muy mal.

[CRIADO] 1.º

¿Quién os dio licencia igual?

CLARÍN

Yo me la he tomado.

SEGISMUNDO

¿Quién

eres tú?, di.

CLARÍN

Entremetido,

y deste oficio soy jefe,

porque soy el mequetrefe

mayor que se ha conocido.

SEGISMUNDO

Tú solo en tan nuevos mundos

me has agradado.

CLARÍN

Señor,

soy un grande agradador

de todos los Segismundos.

(Sale ASTOLFO.)