La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca

Jornada tercera

Escena VI

ESTRELLA

Si tu presencia, gran señor, no trata

de enfrenar el tumulto sucedido,

que de uno en otro bando se dilata,

por las calles y plazas dividido,

verás tu reino en ondas de escarlata

nadar, entre la púrpura teñido

de su sangre; que ya con triste modo,

todo es desdichas y tragedias todo.

Tanta es la ruina de tu imperio, tanta

la fuerza del rigor duro y sangriento,

que visto admira y escuchado espanta.

El sol se turba y se embaraza el viento;

cada piedra una pirámide levanta

y cada flor construye un monumento;

cada edificio es un sepulcro altivo,

cada soldado un esqueleto vivo.

(Sale CLOTALDO.)