Peregrinación de Luz del Día, de Juan Bautista Alberdi

Tercera parte

XIV

Si el clima hermoso no es estimado, tampoco es obstáculo de la libertad

"Entretanto, la libertad de Australia y del Cabo de Buena Esperanza hacen ver al mundo que si el clima hermoso de la América del Sud no es suficiente motivo para atraer por sí solo a las emigraciones de la Europa libre, tampoco es obstáculo para su establecimiento y desarrollo.

"¿Por qué Sud-América no recibiría la inmigración que educa en la libertad de la misma corriente de que la toman esos otros países libres del hemisferio del Sud?

"No es de creer que los climas diferentes produzcan diferentes razas de hombres; pero es visible que producen diferentes direcciones en el desarrollo de nuestra única raza humana. Una dirección de siglos, modifica nuestra raza al punto de hacer parecer como raza aparte lo que es una cultura diferente de la misma raza.

"Este es todo el valor y sentido natural que para mí tiene la distinción entre 'raza latina' y 'raza sajona', pues venidas ambas del septentrión, deben al curso de quince siglos las dos educaciones que las hacen pasar por dos razas diferentes.

"Las razas dichas 'latinas', que representan el calor, son útiles como el calor de su suelo meridional; pero las razas del norte, que representan el temperamento frío de su origen, han servido mejor al desarrollo de la libertad.

"Razas diferentes, o educaciones diferentes, la verdad es que la civilización resulta del cruzamiento de culturas como del cruzamiento de las castas. Si las plantas de un clima se aclimatan en clima diferente, ¿qué no será del hombre, que lleva en su naturaleza fecunda su clima nativo a todas partes? ('¿A que viene esa discusión de historia natural?' -interrumpe una voz).

"No olvidemos, dice Luz del Día, la gran cuestión que nos ocupa. Nos ocupamos de averiguar si la América Latina es capaz de aclimatar en su suelo a la libertad sajona. No es una cuestión de razas puramente: es una cuestión de civilización. La libertad política es una costumbre sajona en este siglo.

"Pretender conservar el Sud de los dos mundos, para dominio exclusivo de las razas latinas, es querer excluir del hemisferio del Sud la libertad o el gobierno de sí mismo.