CLOTALDO (Aparte.
Mejoró el cielo la suerte.
Ya no diré que es mi hijo,
pues que lo puedo excusar.)
Extranjeros peregrinos,
libres estáis.
ROSAURA
Tus pies beso
mil veces.
CLARÍN
Y yo los viso,
que una letra más o menos
no reparan dos amigos.
ROSAURA
La vida, señor, me has dado;
y pues a tu cuenta vivo,
eternamente seré
esclavo tuyo.
CLOTALDO
No ha sido
vida la que yo te he dado,
porque un hombre bien nacido,
si está agraviado, no vive;
y supuesto que has venido
a vengarte de un agravio,
según tú propio me has dicho,
no te he dado vida yo,
porque tú no la has traído;
que vida infame no es vida.
ROSAURA (Aparte.
Bien con aquesto le animo.)
Confieso que no la tengo,
aunque de ti la recibo;
pero yo con la venganza
dejaré mi honor tan limpio,
que pueda mi vida luego,
atropellando peligros,
parecer dádiva tuya.
CLOTALDO
Toma el acero bruñido
que trujiste; que yo sé
que él baste, en sangre teñido
de tu enemigo, a vengarte;
porque acero que fue mío
(digo este instante, este rato
que en mi poder le he tenido)
sabrá vengarte.
ROSAURA
En tu nombre
segunda vez me le ciño,
y en él juro mi venganza,
aunque fuese mi enemigo
más poderoso.
CLOTALDO
¿Eslo mucho?
ROSAURA
Tanto que no te lo digo;
no porque de tu prudencia
mayores cosas no fío,
sino porque no se vuelva
contra mí el favor que admiro
en tu piedad.
CLOTALDO
Antes fuera
ganarme a mí con decirlo;
pues fuera cerrarme el paso
de ayudar a tu enemigo.
ROSAURA (Aparte.
¡Oh, si supiera quién es!)
Porque no pienses que estimo
tan poco esa confianza,
sabe que el contrario ha sido
no menos que Astolfo, duque
de Moscovia.
CLOTALDO (Aparte.
Mal resisto
el dolor, porque es más grave
que fue imaginado, visto.)
Apuremos más el caso.
Si moscovita has nacido,
el que es natural señor
mal agraviarte ha podido.
Vuélvete a tu patria, pues,
y deja el ardiente brío
que te despeña.
ROSAURA
Yo sé
que, aunque mi príncipe ha sido,
pudo agraviarme.
CLOTALDO
No pudo,
aunque pusiera, atrevido,
la mano en tu rostro.
ROSAURA (Aparte.
¡Ay cielos!)
Mayor fue el agravio mío.
CLOTALDO
Dilo ya, pues que no puedes
decir más que yo imagino.
ROSAURA
Sí dijera; mas no sé
con qué respeto te miro,
con qué afecto te venero,
con que estimación te asisto,
que no me atrevo a decirte
que es este exterior vestido
enigma, pues no es de quien
parece. Juzga advertido,
si no soy lo que parezco,
y Astolfo a casarse vino
con Estrella, si podrá
agraviarme. Harto te he dicho.
(Vanse ROSAURA y CLARÍN.)
CLOTALDO
¡Escucha, aguarda, detente!
¿Qué confuso laberinto
es éste, donde no puede
hallar la razón el hilo?
Mi honor es el agraviado,
poderoso el enemigo,
yo vasallo, ella mujer.
Descubra el cielo camino;
aunque no sé si podrá,
cuando en tan confuso abismo
es todo el cielo un presagio,
y es todo el mundo un prodigio.