CLOTALDO
¿Qué alboroto es éste, cielos?
SEGISMUNDO
Clotaldo.
CLOTALDO
Señor...
(Aparte.)
En mí
su crueldad prueba.
CLARÍN (Aparte.)
Yo apuesto
que le despeña del monte.
(Vase.)
CLOTALDO
A tus reales plantas llego,
ya sé que a morir.
SEGISMUNDO
Levanta,
levanta, padre, del suelo,
que tú has de ser norte y guía
de quien fíe mis aciertos;
que ya sé que mi crianza
a tu mucha lealtad debo.
Dame los brazos.
CLOTALDO
¿Qué dices?
SEGISMUNDO
Que estoy soña[n]do, y que quiero
obrar bien, pues no se pierde
obrar bien, aun entre sueños.
CLOTALDO
Pues, señor, si el obrar bien
es ya tu blasón, es cierto
que no te ofenda el que yo
hoy solicite lo mesmo.
A tu padre has de hacer guerra.
Yo aconsejarte no puedo
contra mi Rey, ni valerte.
A tus plantas estoy puesto;
dame la muerte.
SEGISMUNDO
¡Villano,
traidor, ingrato! (Aparte.)
Mas ¡cielos!
reportarme me conviene,
que aún no sé si estoy despierto.
Clotaldo, vuestro valor
os envidio y agradezco.
Idos a servir al Rey,
que en el campo nos veremos.
Vosotros, tocad el arma.
CLOTALDO
Mil veces tus plantas beso.
(Vase.)
SEGISMUNDO
A reinar, fortuna, vamos;
no me despiertes, si duermo,
y si es verdad, no me duermas.
Mas, sea verdad o sueño,
obrar bien es lo que importa.
Si fuere verdad, por serlo;
si no, por ganar amigos
para cuando despertemos.
(Vanse, y tocan el arma.)