Peregrinación de Luz del Día, de Juan Bautista Alberdi
Tercera parte
XVI
Índole y condición de la libertad latina
"¿Cuál es la índole y condición de la 'libertad latina'? Es la libertad de todos refundida y consolidada en una sola libertad colectiva y solidaria, de cuyo ejercicio exclusivo está encargado un 'libre Emperador' o un 'Zar libertador'. Es la libertad del país personificada en su gobierno, y su gobierno, todo entero, personificado en un hombre. Es la 'libertad autoritaria'; y el 'hombre-autoridad' en quien se personifica, al estilo romano o latino, puede con razón decir: 'la libertad soy yo', como aquel patriota rey que dijo: 'la patria o el Estado soy yo'. De libertades de esta especie está poblada la América latina, y sus federaciones son hijas de libertadores de este liberalismo latino, en que cada gobernador puede decir: 'mi Provincia es libre, y su libertad soy yo'.
"La palabra 'libertad latina', en el idioma de la libertad moderna expresa un contrasentido; es como decir, 'libertad romana, libertad imperial o dictatorial'. Bajo la Roma, que dejó sus leyes y su gobierno a la Europa llamada latina, la libertad del país se ejercía por el 'Emperador'. En este sentido, el imperio era un comunismo de libertad en cuyo fondo se resumían todas las libertades individuales. La patria era libre en la persona de su soberano, pero no en el hombre.
"La libertad moderna es antirromana, antilatina por esencia. La libertad viva y palpitante (que es el gobierno del hombre por sí mismo, como se practica en Inglaterra y en la América del Norte), 'ha salido', como dice Montesquieu, 'de los bosques de la Germania', no del viejo 'Latium', ni de la antigua Roma. Ella es sajona y germánica de origen, anglo-americana de presente y porvenir. Es la libertad del hombre dividida en dos partes, o ejercida de dos modos: una para formar el fondo común de libertades unidas, que se llama 'autoridad o gobierno'; otra que cada hombre se reserva para garantía de la que delega, y se llama 'libertad individual'.
"Pero esta libertad sajona y germánica de origen, no vive hoy en Sajonia ni en Germania, como no vive en Palestina la religión cristiana de origen judaico. Emigrada al occidente la libertad sajona, trasladó sus lares a la Holanda, a la Inglaterra, a la Suiza, a la América del Norte. Sólo en esos países es libre el hombre; en los otros, es libre el rey o el gobierno.
"En la Germania reside hoy la libertad latina, como en Palestina la religión de Mahoma. La libertad del César ha emigrado al Rin, con los legistas y publicistas romanos, renacidos en Heineccio, Hugo, Niebhur, Savigny, etc., etc., los precursores lógicos dc Bismarck, de Molke y del Emperador Guillermo, que con razón se ha definido él mismo 'un rey libre', del libre país que le ha entregado toda su libertad. El zar representa en Rusia al mismo título la 'libertad greco-latina', que no es precisamente la libertad anglo-sajona.
"La geografía de la libertad es cuestión vital para la América del Sud, no sólo para conocer las fuentes en que ha de buscarla, sino para conocer sus aptitudes de aclimatación en todos los hemisferios.
"Cada América ha sido y será lo que es la Europa de que procede y se nutre. Hay dos Europas como hay dos Américas: la Europa autoritaria y la Europa libre; la una latina, la otra sajona, por el genio, no por la raza. Cada Europa tiene su correspondiente América, poblada de su pueblo, civilizada de su civilización, y dotada de sus costumbres, creencias, leyes, gustos, servidumbres y libertades. Cada Europa ha dado al Nuevo Mundo lo que podía darle, que es lo que ella tiene: la sajona le ha dado sus libertades, la latina le ha dado sus nobles servidumbres; y si le ha dado libertades, esas libertades han sido 'libertades españolas, libertades portuguesas, libertades francesas, libertades italianas', que son especie aparte de las 'libertades sajonas'. La América del Sud puede preguntar a España, a Portugal, a Francia, a Italia, si prefieren ellas su 'libertad latina' a la libertad 'anglo-sajona' de la Inglaterra y de los Estados Unidos."