Peregrinación de Luz del Día, de Juan Bautista Alberdi

Tercera parte

XXI

Libertades que son el pan de cada día

"Pero es condición esencial de la libertad moderna que una parte de su ejercicio sea delegada por el país a un cierto número de mandatarios o representantes. Así, el gobierno del país por el país, en que consiste la libertad verdadera, lejos de excluir la existencia de un gobierno delegado por el país gobernante, no puede un pueblo soberano gobernarse a sí mismo sino por medio de delegados, que desempeñan en su nombre la gestión de su poder o libertad colectiva, en la forma, en el número de funciones y en los objetos determinados por una gran ley, que se llama 'Constitución '.

"Esa delegación abraza esencialmente una mitad del poder del país delegante, y es la que toma el nombre de 'gobierno' propiamente dicho. La otra mitad del poder popular queda sin ser delegada, es manos del país mismo, que la ejerce de un modo inmediato y directo, esta es la que principalmente se llama 'libertad'.

"Esta reserva es la condición natural de toda delegación discreta. El que delega todo su poder y no se reserva ninguno, se constituye esclavo, siervo o pupilo de su mandatarios. No hay más que un medio de impedir que el mandatario ceda al instinto natural de apropiarse el poder ajeno depositado en sus manos, y es que el país se reserve otra porción de su poder para impedirle ese abuso siempre posible y casi siempre probable.

"Esta porción de su gobierno, que el país se reserva para ejercer directa e inmediatamente por sí mismo, se compone, más o menos, de los siguientes 'poderes, atribuciones, garantías', que son como el decálogo social del hombre libre:

"1° La libertad o el poder de elegir a sus mandatarios, delegatarios o representantes;

"2° La libertad o el poder de discutir los actos y la conducta pública del poder delegado, de instruir, de aconsejar, de informar, de censurar, de desaprobar, de combatir sus medidas, por todos los medios y vías de publicidad constitucional;

"3° El poder o la libertad de celebrar congresos o reuniones para discutir en público por la palabra, la conducta del Gobierno, las medidas que el país desea, las cuestiones públicas que interesan a una institución, a una elección, a un trabajo, a un cambio o reforma de utilidad general;

"4° El poder o la libertad de perpetuar esas asociaciones como medio de mantener un espíritu público, una opinión general, siempre dispuesta a ser consultada y manifestada en los casos necesarios;

"5° La libertad o el poder de administrar los negocios locales o provinciales, que no han sido, ni deben, ni pueden ser delegados al Gobierno general o central de la nación;

"6° La libertad o el poder de pensar, de estudiar, de aprender, de creer, de enseñar, de educar, de instruir (de que hace parte la libertad de los cultos, simples medios populares de educar las almas y los corazones);

"7° La libertad o el derecho civil y social de gobernar y administrar su propia persona privada, su propia familia, su propio hogar, su propio peculio y su propia industria y trabajo privado, en que ese peculio tiene origen, sin intervención del país ni del Gobierno, cuando ni el país ni el Gobierno son ofendidos en ello;

"8° La libertad o el poder de armarse voluntariamente, para componer la fuerza exigida por la defensa del país; contra toda usurpación de su derecho, tanto externa como interna;

"9° La libertad o el poder de irse del país o de venir al país, de circular en su territorio, de elegir su domicilio, de formar poblaciones, de crear establecimientos y poblarlos por inmigrados extranjeros, traídos por vía de industria privada;

"10° La libertad o el poder de trabajar en toda industria, para comer, vivir y enriquecer, reservada por igual a todos los habitantes, sin desmentirla ni revocarla por monopolios y privilegios;

"11° La libertad o el poder de adquirir, de poseer, de enajenar, de ceder y transmitir su bien en toda forma y por toda vía, sin limitación ni restricción.

"Otra de las condiciones alimenticias de la libertad es el desarrollo del trabajo industrial en el país. Sólo es libre el país que es rico, y sólo es rico el país que trabaja libremente. La libertad es poder, siempre que el poder nace de la riqueza; pero la riqueza que nace del poder no es libertad, porque nace del ocio, no del trabajo. La libertad deja de existir en el país que convierte su política en industria de enriquecer y vivir. Cuando un país cae en esa degradación, no le queda salud sino en la conquista del trabajo como educación; y el solo ejército que sirve para operar esa conquista, es una inmigración de trabajadores inteligentes. No se alucine Sud-América con su fértil suelo. Su fertilidad no la dará la riqueza, que vive en el hombre laborioso, no el suelo. No hay mejor medio de traer riquezas y capitales extranjeros al país, que traer inmigraciones de trabajadores inteligentes y laboriosos."