Curso Filosófico, de Juan Crisóstomo Lafinur

SOFISMAS

Tercera falacia

Se da por tercera falacia errar el objeto á que tiende la cuestión propuesta, como si proponiéndonos sostener q. los brutos tienen alma espiritual, otro q. quisiera argüir contra esta asersion se propusiera probar q. nosotros tenemos distinta organización q. la de los brutos.

La cuarta falacia consiste en tomar muchas veces en el raciocinio la parte por el todo como los Epicuros deducen la mortalidad de nuestra alma del principio siguiente:

El hombre muere.

Es así q. el hombre consta de alma, y cuerpo.

Luego el alma muere con él.

La falacia de accidente consiste en tomar por esencial e intrínseco algún atributo q. solo conviene accidentalmente al sugeto á quien afecta, como los atropomorsistas juzgan q. Dios es corpóreo sin más que porque alguna vez apareció en forma humana.

La petición de principio es otra falacia, q. se comete cuando en lugar de probar una proposición se da otra idéntica á la q. se propone probar. Como si alguno pretendiera demostrar q. la alma sobrevive al cuerpo porque es inmortal, pues que sobrevivir al cuerpo y ser inmortal es una misma cosa.

El círculo vicioso es una de las falacias q. se comete con mas frecuencia y consiste en tomar dos proposiciones y probar la primera por la segunda, y la segunda por la primera: así los cartesianos prueban q. no hai vacío en el mundo porque todo está lleno de una materia q. ellos llaman sutil y prueban la existencia de dicha materia sutil asegurando que no hai vacío en el mundo.

Es preciso no confundir con el círculo vicioso el regreso demostrativo q. consiste en probar los efectos por sus causas y las causas por sus efectos, mas como esto tiende á la argumentación de analogía q. ya hemos explicado en otro lugar, á ella nos referimos para su mejor inteligencia.

Daré una idea más extensa del método analítico

Supongamos una casa de campo q. domina una vasta campiña abundante, donde la naturaleza se ha complacido en sembrar la variedad y en donde el arte supo aprovechar las situaciones para mas variarlas y hermosearlas. Llegamos á esta casa de noche; abren por la mañana las ventanas cuando el sol empieza á dorar el horizonte y vuélvense inmediatamente á cerrar. Aunque esta campiña no se haya manifestado mas q. un instante, hemos visto cuanto ella contiene; si se repitiesen instantes como el que precedió nos sucedería lo mismo; pero si en estos últimos continuasen, cual hombres estáticos, viendo solo por junto la multitud de objetos diferentes q. presenta, no habríamos adelantado mas con verla muchas veces q. con una. Es pues forzoso aplicar la atención a un objeto, después á otro, observar sus posiciones, sus gerarquías particulares, y después entreveer las relaciones que tienen con el todo de que son partes. El resultado de esta operación será lejítima y nos hará dar una idea clara de la campiña q. habíamos visto y espresar esta idea con exactitud.

Como la única manera de descomponer las sensaciones de la vista es hacer suceder la una á la otra, del mismo modo la única manera de descomponer un pensamiento es hacer suceder una á la otra las ideas de q. está formado. Quiero descomponer un pensamiento, v. g. un deseo: Yo observo sucesivamente la desazon y la inquietud q. he probado, la idea q. tengo del objeto, propia á aliviarme, el estado en q. estoi por su privación, el placer que promete su goce, y la dirección de toda mis facultades hacia él: de consiguiente el arte de descomponer una cosa no es otro que el arte de hacer sucesivas las partes de q. está compuesta, partes q. hizo simultáneas la sensación.

Todo pensamiento es naturalmente compuesto de muchas ideas, de muchas operaciones que coexisten, y q. para descomponerlas es preciso atenderlas en división; si la atención, la comparación, el juicio, no son otra cosa que la sensación transformada, es una consecuencia q. estas cosas no sean mas q. la sensación descompuesta ó considerada sucesivamente sobre diferentes puntos de vista. Aunque todas las ideas q. componen un pensamiento sean simultáneas en el espíritu, ellas son sucesivas en el discurso, por eso es que tenemos en las lenguas los medios de analizar nuestros pensamientos.