Peregrinación de Luz del Día, de Juan Bautista Alberdi
Primera parte
XLV
Auxiliares de Basilio según Gil Blas. - La familia de Basilio
-Basilio no trabaja solo -prosigue Gil Blas- también tiene una familia, aunque no propia: como la del clérigo católico, se compone de sus hermanas y de sus comadres. Pero le sirve mejor que si fuera propia, porque su acción indirecta es invisible. Es una especie de arma oculta que responde admirablemente a su estrategia de zapa y mina. Tiene, además, la ventaja de no mantenerla, y lejos de eso, la de hacerse mantener por ella, con sólo proporcionar a su bello sexo las ocasiones de trabajar y ganar tan honestamente como él. En sus manos hábiles los miembros de esa familia artificial son otras tantas llaves de oro, a que no resisten las puertas de fierro. Sus comadres son dragones irresistibles: como las serpientes, no hay albañal bastante sucio, por donde no se abra paso su coraje industrial.
-Y usted mismo, señor Gil Blas -le pregunta Luz del Día- ¿tiene usted familia propia?
-Si yo no tuviese familia, no podría llenar mi misión en el mundo. Mi familia es mi palanca de Arquímedes.
-¿Es corta? -pregunta Luz del Día.
-Lastimosamente; no se compone sino de quince hijos. ¡Ojalá tuviese treinta, en vez de quince! Mis hijos son mi ejército grande.
-Tendrá usted una gran fortuna para mantener una familia del tamaño de un ejército -dice Luz del Día.
-Ella misma es mi fortuna -responde Gil Blas-;ella me mantiene, lejos de mantenerla yo, y para eso la tengo cabalmente. Y no solamente me da pan, sino también honor, respetabilidad, y hasta inmunidad o impunidad. Ella es mi "palladium", mi pararrayo, mi baluarte. Mis hijos son mi collar de condecoraciones para lo que es imponer respeto y confianza. Con tales seguridades, no hay hazaña cuya responsabilidad me arredre, ni castigo que yo tema. ¿Quién sino un tigre osaría perseguir al padre de quince hijos? El mundo que va al "Jardín Zoológico" o al "Jardín de Plantas" de cualquier país, no se fija ni saca moral alguna, cuando ve que el oso y su compañera se besan y acarician del modo más tiernísimo; y que la tigre, es tan buena madre, que haría pedazos literalmente al que molestase solamente la paz de sus cachorros.
"El tener una familia me permite recibir en nombre de la filantropía, lo que recibo por precio de mis hazañas; pues el corruptor mismo pasa por filántropo a los ojos del vulgo, por sus dádivas hechas en cuenta corriente. Y yo paso por buen padre de familia, cuando recibo y agradezco por ella, en pago de mis servicios profesionales, el pan de que toma una mitad para mí solo, dejando la otra mitad para toda mi familia, de donde nace el contraste de mi gordura con la flacura de mis hijos. Por cierto que esto no es falta de amor paternal en mí, pues como ellos están en la campaña y nadie los ve y yo tengo que vivir en medio de todo el mundo, necesito ser y parecer agradable y estar siempre de buen humor, porque los tristes y los serios causan horror en el mundo. De este modo, si yo engordo, engordo a la salud de mi familia, no a mi salud como un egoísta."